Crónica Carrera Aranjuez 2015

"Con el freno de mano echado", éste puede ser el titular que hubiera escrito el día antes. Con un 52 en Canillejas y más ilusión que entrenamiento, con terminar en Aranjuez con un 49 iba yo a estar más feliz que Falete en el McDonalds. Lo cierto es que desayunando en casa el domingo noté un bienestar tremendo, notaba la sensación, casi olvidada ya, de que todo estuviera listo para el combate, estaba tranquilo. Seguramente tendrá algo que ver que el viernes hice un rodaje con mi padre, Rodri y Lorenzo, donde las sensaciones no pudieron ser mejores.

Así que estaba tranquilo. Fuimos a Aranjuez, en el mismo coche, mi padre, Damián y yo. Se nos dió de cine, aparcamos a escasos metros de la salida, lo que representa un triunfo en toda regla. Un frío de narices, eso sí. Pero entramos a un bar donde un cola cao caliente me puso firme. Allí nos reunimos todos, con Enrique a la cabeza que nos había hecho el inmenso favor de recoger los dorsales, infinita gratitud porque de lo contrario hubiéramos tenido que darnos un viaje que hubiera complicado mucho nuestro día.

Alberto, Guille, Damián, Enrique, mi padre y servidor, entorno a una mesa y con un buen café. El único que llevaba hinchada era Alberto, cuya novia e hija no pueden ser más agradables. Damián ya me había convencido en el coche de que saliéramos juntos Enrique, él y yo. Iban a ir a 4:30, yo no estaba muy convencido, pero pensé que lo que durara estaría bien, y a la aventura me fui.



Después de calentar y saludar a todos los miembros del team que allí nos juntamos, fuimos hacia el cajón de salida. Aquí le doy un 10 a la organización, impecable. Bien organizado por cajones y 4 salidas, fantástico. Esto no quitó que nada más salir se me empezara a meter gente y en el primer kilómetro ya había perdido de vista a Enrique y a Damián. “Bien empezamos” pensé…

Pero pasé el primer km a 4:35, y elegí no bajar el ritmo, si aguantaba esa velocidad podría terminar de categoría. Iba yo con mi musiquita, tan ricamente, disfrutando lo que podía dada la situación, e intentando no pensar mucho. Llegué al 6 muy bien, pero a partir del 7 ya el tema se complicó. Decidí bajar ritmo, ponerme a 4:45, porque vi que si seguía igual seguramente no terminara.

En ese momento sonó en mi ipod un diálogo de Rocky que tengo grabado y que en todos los momentos especiales y duros de mi vida me he puesto. Cuando Rocky dice “nadie golpea más fuerte que la vida, pero aguantas mientras avanzas…hay que avanzar sin dejar de aguantar, así es como se gana”. Aquí me emocioné un poco, porque estos meses atrás fueron difíciles, hemos tenido una pérdida en la familia, luego el tema mío de tiroides que por fortuna se queda en susto, pero menudo susto…también me acordé mucho de Carlota, a la que había visto hacía poco…y claro, las lágrimas salen. Pero las piernas seguían, y el ritmo se mantenía.

Antes de llegar al 8 vi a Elena y a Edu en un lateral, me dieron ánimos y he de decir que me vine un poco arriba. Por desgracia, la única cuesta que hay en todo Aranjuez me la pusieron en el km 8.400…y ya tenía yo las patas que ni la flamenca del whatsapp.

Último km, tocaba apretar los dientes. La marca ya estaba hecha pero si seguía bien acababa en 46. Y así fue. 46 y pico. Muy contento, le debo una caña a Trili pero dadas las circunstancias se la pago y hasta le pongo un bocadillo de jamón.

Qué carrera más bonita, qué emoción, y qué felicidad. Mi padre termino en 43, no está fuerte ni nada el abuelo… Alberto hizo un señor tiempo (56’, y estoy convencido que fue viendo los pajaritos y rascándose el bolo) y Guille otro (52’, ahí es nada). Impresionante. Damián terminó en 44, está volviendo a ser el que era, y en breve rozará el 40, estoy convencido. Enrique sacó un 43 que le supo a gloria, si las lesiones le respetan va a sacar toda esa calidad que tiene en las patas.

Y por último quiero agradecer todo el cariño recibido por parte de Ramiro Matamoros y los compañeros del clínica Menorca, y esto intento escribirlo sin ponerme a llorar, que conste. A Ramiro le tengo que reconocer, y agradecer, el cariño especial de estas semanas atrás, el que haya sabido sacar al Jose runner que era feliz sólo con correr, y que ahora está volviendo a disfrutar. Y al team…pues qué deciros, que se me pusieron los pelos de punta cuando os vi en meta y os girasteis todos para preguntarme qué tal estaba y cómo me había ido. Ana, Rebecca, David, Micra, Roberto, Rulo,…sin palabras. Enhorabuena Ana y Rebecca por esa marcaza que os abre las puertas de la internacional, os lo merecéis de aquí a Lima! Y encima mejor gente no podéis ser…



Gracias a Damián, Osquitar (que no tuvo el día pero que el cabrón está fuerte y lo sabe) y a Trili. Gracias Rodri por esos rodajitos chulos. Gracias Perdiguero, Tenorio, Salinero y cía porque no hay vez que me veáis que no tengáis un gesto de cariño. Gracias pater por no darme tregua, y por tirar de mi para volver a correr.


A todos, GRACIAS. Keep running!