Es lo que soy

Por muchos kilómetros que acumulo, carreras, entrenamientos...hay algo que no varía, un fondo inalienable que se mantiene firme. Esas ganas de salir a correr después de un día de descanso, esos nervios cuando se acerca una cita deportiva, la sensación de paz que experimentamos cuando finalizamos un entreno, rodaje o tirada...eso es lo que no varía, lo demás es susceptible de transformarse.

El cuerpo, la musculatura, la capacidad pulmonar y cardiaca, son elementos que van mejorando, que se transforman, se vuelven más fuertes y más prácticos. Pero el fondo de este deporte, la base sobre la que se edifica todo lo demás, esa base es la que debe ser intransformable.

No hablamos de cosas vanales, ni de aficiones que hoy están y mañana se habrán ido dejando paso a otras, hablamos de algo que ha calado tan dentro que forma parte ya de nuestro yo más íntimo. Es una comunión tal que nos hace afirmar de manera tajante que, salvo lesión o causa de fuerza mayor, jamás dejaremos de correr.

Como decía Rocky en una de sus películas "yo boxeo, soy boxeador, es lo que se hacer y es lo que soy". En eso se resume todo.

Personalmente entiendo esto de correr como una forma de vida, de tal manera que no conciba vivirla sin ese componente que está tan presente, ese momento de ponerme las zapatillas, de marcar una fecha en el calendario, de correr, de llegar a casa empapado, de caer en el sofá sabiendo que lo he dado todo ese día.

Correr me ha dado mucho, probablemente bastante más de lo que le he dado yo. He puesto en la mesa cosas como: motivación, esfuerzo, sacrificio, perseverancia, constancia...y todo por voluntad propia, encantado de hacerlo y sabedor de que todo eso daría sus frutos. A cambio me ha dado optimismo, alegrías, energía, vida, un físico, una mentalidad, una manera de ver las cosas totalmente nueva, paz, armonía...en definitiva: felicidad.

Esto es como cuando te vuelcas en que una chica salga contigo y llega el día en que salta la ocasión de tomar un café juntos...es igual, es poner un trabajo y unas ilusiones en la mesa con el deseo de que todo eso se vuelva a nuestro favor.
Correr es para mí más que un hobbie, dejando claro que disfruto de él y que no me lo tomo como si fuera a vivir de ello, lo cierto es que no es un mero pasatiempo. Gran parte de mi alimentación va orientada a correr más y mejor, mis entrenamientos, mis visitas al fisio, todo gira para que yo pueda seguir corriendo, poco a poco mejor, y consiguiendo las humildes metas que voy poniéndome.

Correr no representa algo que haga porque me aburra o porque no haya encontrado algo mejor que hacer. Correr supone hacer algo que me da vida y me proporciona felicidad a unos niveles altísimos. Me gusta correr, pero lo importante es que yo, me siento corredor. Esta es la comunión a la que me refería antes. Hay montañeros que adoran la montaña, la sienten como propia y son felices sintiéndose "montañeros", se les llena la boca cuando lo dicen, lo sueltan con orgullo. Esto es igual. Yo soy corredor, es lo que soy, es mi ser interior e íntimo.

De esto uno se da cuenta cuando para unos días, yo paré después de la media maratón de Madrid. Y estaba que me subía por las paredes, echaba de menos salir a correr, necesitaba mi dosis de kilómetros, de sudor. Y cuando ves el calendario y caes en que al día siguiente sales a rodar...es como si saliera el sol, tu cuerpo se viene arriba, te sale una sonrisa y tu mente ya está de otra manera.

Como sabéis el próximo mes de julio seré papá, así que lo de ponerme carreras o metas de julio en adelante es ahora mismo una incógnita. No obstante, mi mujer, dando una muestra más de lo grande que es, me dejó claro el otro día paseando que no contempla la opción de que yo deje de correr, no quiere que pare, no me va a dejar que no ponga fechas en el calendario o que no piense en tal o cual carrera. Ella ha vivido el cambio, estaba antes de ser corredor y está ahora, ha visto lo que significa para mi correr.

Que tu mujer, embarazada de casi 7 meses te diga que no va a permitir que dejes de correr...se me ponen los pelos de punta. Con mi mujer al lado, empujándome a que siga, va a ser imposible parar.

He tenido suerte, no es fácil que tu pareja tire de generosidad y en pleno embarazo te diga que salgas a correr y que no quiere que pares, no es frecuente. Tengo una mujer que es una bendicion, que sabe lo que soy y que entiende esa comunión. Si llegara un día y le dijera "cariño, voy a prepararme para presentarme al campeonato de comer cantos rodados", ella seguro que me diría "me parece bien, cómo puedo ayudarte?". Me considero afortunado por muchas cosas pero sin duda una de ellas es por tener al lado a una persona que me anima a seguir poniéndome metas.

Me siento corredor, tengo hambre de kilómetros, de sudor, de sentir dolor, de apretar los dientes ante las adversidades...de cruzar la meta y sentirme feliz. Y si encima en esa meta están mi mujer y mi hijo...qué más le puedo pedir al presente?

Así que, rememorando el anuncio de viceroy, "no es lo que tengo, es lo que soy" aprovecho para enviaros un saludo a todos los que leeis este blog y seguís a este humilde perseguidor de sueños, todos y todas formais una salsa que le da a este guiso un sabor ummmmmmm delicioso

Hasta pronto!!



Running Time Team
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1 comentario:

Tu admiradora personal dijo...

El cambio q describes ha sido tan beneficioso en todos los aspectos q es impensable q nos olvidemos de él. Quiero animarte a seguir adelante para conseguir tus metas y q todos los q te rodeamos podamos disfrutar contigo de esa alegria q desprendes cuando te marcas un objetivo. Soy tu mayor admiradora, compañera incansable de fatigas y una persona q cree q la gente debe realizar aquello q le hace feliz en compañia de los suyos. TE QUEREMOS, SIGUE ASI CAMPEON.!!!!!