El precio de la felicidad


¿Realmente tiene precio? Yo creo que no, uno no puede ir a El Corte Inglés (de qué me suena a mi esta empresa…) y pedir una de felicidad para pagar a plazos en doce meses, sin intereses, eh? La felicidad es un estado de ánimo, quizás elevado a su enésima potencia, y motivado por algo/alguien. Muchas veces esta felicidad te la produce un trabajo, una persona, un deporte o un acontecimiento.
En mi caso la felicidad es un conjunto de cosas, y por supuesto, de personas, de seres humanos que se han apoderado de un trocito de mi corazón como el niño que coge un caramelo y no lo suelta.

La felicidad son los amigos, la familia y en este caso, el deporte. Siempre ha sido así. Durante toda mi vida quise que el deporte fuera el leivmotiv de la película de la cual era prota. Lo realmente bueno de esto, lo que hace que sea imposible perder este optimismo vital, es que cuadren las tres cosas. Eso es la releche, por no decir otra cosa. Mis amigos son contaditos pero son muy grandes. Una parte de ellos siguen de cerca mis progresos en esto de correr y los otros….bueno, a los otros les conocí corriendo, no os digo más. La familia…bueno, de vez en cuando alguna pregunta me hacen, pero andan sigilosos, no pierdo la esperanza de que en alguna carrera de estas estén en la meta esperándome…ahí lo dejo. Y el deporte en sí, el atletismo, el running o como queráis llamarlo.
Voy a compartir una cosa que no sabe todo el mundo, yo fue propietario de un gimnasio, el tema no iba del todo mal pero tuvimos que cerrarlo al año por temas que no vienen al caso. Tal fue el mazazo que el deporte, en general, se fue de vacaciones, unas vacaciones que duraron unos cuantos años. Años en los que engordé, me dejé, tuve mis bajones sintiéndome un cero a la izquierda, etc. Y cuando creía que me iba a quedar así, que no saldría un hobbie que me llenara tanto ni nada que me devolviese esa felicidad deportiva…cuando casi había cogido la toalla para tirársela a la cara a la vida…apareció el atletismo. Y llegó sin avisar, que si vente al retiro, que si mañana nos juntamos todos, que si fulanito va a correr tal carrera, que si te apuntas…ale, metido hasta las cejas! Y estoy encantado, es como si todo se hubiera aliado para que hoy en día Jose sea un tío feliz. Si habéis leído a Coelho os sonará la frase “cuando uno realmente quiere algo el universo se confabula para que lo logre”.

Este deporte me ha devuelto muchas cosas, pero quizás lo más importante es que ese Jose gris se fue para no volver, no hay bajones, no me creo un cero a la izquierda, no me dejo…al revés, estoy subidísimo, me siento genial, me quiero mucho a mi mismo, creo que en este deporte puedo hacer grandes cosas y mi físico se ha transformado. Todo eso a su vez afecta de manera inmejorable a mi vida profesional, personal, marital, etc.
No os voy a negar que esta semana haya sido todo alegría y color, ha habido un día y medio ahí que no sabía yo qué pasaba, había algo interno que parecía desconectado, como si un cable se hubiera desprendido de su conexión. Pero nada, llamé al equipo de electricistas y solucionado. Está bien tener días así, y me explico. Sabina decía en una canción “hay veces que disfruto echándote de menos”, y es una verdad como un castillo. Este día y medio tonto me ha servido para ver que echo de menos esto, que me llena mucho y me da mucho. Como una novia que se va de fin de semana, y tu enamorado perdido te quedas pensando “y qué hago yo ahora hasta el lunes??”, pues pasa el fin de semana y el lunes la ves….y es como un rayo de luz, se te cae la baba y todo. Pues igual con este jodío deporte. Cuando estas tontorrón, alicaído o desmotivado y vuelves a ponerte las zapatillas para salir a correr, en diez minutos se te ha quitado la tontería, porque recuperas esa esencia pura, el fondo de lo que realmente te enamora de esto.

Es inevitable, que se me vaya el pensamiento a mi mujer Elena. Tiene la cualidad de hacer que te sientas arropado aunque venga el apocalipsis, si ella te abraza y te da un beso mirándote a los ojos…ya puede venir el armaggedon que a mi plin. Ella quiere que yo sea feliz, y si la felicidad es comer piedras…me anima a comerme cantos rodados! Es acojonante, no sólo es mi mujer si no que es mi amiga y la presidenta de mi club de fans J
La felicidad ya será completa cuando en julio seamos uno más en la family, eso va a ser la leche. ¿Os imagináis una tarde cualquiera, llegar de correr, y que haya un enano (o enana) deseando abrazarte aunque estés sudado y huelas mal? Eso tiene que poner los pelos de punta!!

En definitiva, hay que perseguir la felicidad, en la medida en que queramos. Si quieres ser feliz haciendo películas, ve y cómprate una cámara de video. Escribe guiones, lánzate a rodar, envía tus cortos a donde sea, haz que tus amigos los vean…cómete el mundo. Se trata de eso. La felicidad para ti es ser jefe en tu empresa? pues venga, dia a dia currando a tope, no se sube ni dios a tu chepa y si hay que hacer algo, tu ahí el primero. Y si la felicidad es correr, corre. Si quieres simplemente correr, hazlo. Si quieres competir en 10 kms, hazlo. Si quieres prepararte una maratón, adelante. Que no te pare nada, como dice el gran Chema Martínez “hay que ir siempre a por el oro, luego ya veremos”. Tu felicidad está ahí esperándote, tan sólo tienes que ir a por ella porque esta más cerca de lo que crees. Tu puedes, claro que puedes, qué narices, si lo tienes ahí, lo puedes tocar, tan sólo falta un empujón, uno que tarda en llegar y que parece que cuesta mucho, pero…llegará. Si lees esto, tengo un mensaje para ti  “puedes conseguir lo que te propongas”.
No quiero terminar esta entrada sin acordarme de 3 impresentables, que encima son amigos míos y encima corren más que yo. Se me cae la baba con ellos y tenerles de amigos es como para estar dando gracias al cielo todos los días del año. Arturo, Alfonso y Rodro, vaya personas! Y cómo no, mi chica, mi mejor sueño hecho realidad y la persona que me anima con cualquier cosa que me haga feliz, es una suerte tenerla a mi lado y que sea ella la madre de ese chavalín que llegará en julio, si alguien duda en la providencia divina, que no dude, elena es un regalo del cielo.

Besos y abrazos!!

No hay comentarios: