Crónica de Laredo, Parte 2

A Elena, mi mujer, la culpable de que a mis 32 tacos siga persiguiendo sueños. Te quiero.

--------------

Preparados, listos...ya!!

Empezamos muy lentos, tengo que poner el brazo porque la gente empuja y se queda parada, más tarde me enteraré de que un corredor se cayó y provocó ese parón.

Finalmente parece que todo vuelve a la normalidad y a los pocos segundos estoy corriendo al ritmo que quiero.

Me concentro en ubicarme, necesito coger mi sitio y no depender tanto de que la gente se me cruce o haga movimientos bruscos que me hagan tropezar. Lo encuentro, el lado derecho de la calle me sirve de autopista, la gente lleva buen ritmo y los del centro no hacen por arrimarse, perfecto. Paso el kilómetro 1, quedan 9. Mi ritmo medio es de 4:16, decido mantenerlo todo lo que pueda y esperar a que en los kilómetros finales no baje mi rendimiento.

Laredo es llano total, cojo un buen ritmo de zancada y braceo y lo mantengo. Hay gente por todos lados animando, muchos niños, hay abuelillos con dorsal que se han animado a correr, esto es un ambientazo tremendo y una gozada disfrutarlo así.

Km 2, mantengo mi ritmo medio.

La cabeza se me va hacia los meses anteriores, tengo claro que los entrenamientos van a dar su fruto, estoy convencido. He trabajado duro para correr Laredo con garantías de hacer buen tiempo y era hora de demostrarlo. Vuelvo a la carrera, las calles son larguísimas y decido no fijar mi mirada en el horizonte si no a dos metros de mí, en el asfalto. De vez en cuando alzo la vista para comprobar que todo va bien, que no haya coches aparcados, contenedores de basura, hoyos...

Km 3, esto va de cine. Siento alegría, me noto fuerte, no me duele nada y no hay signos que evidencien ningun problema muscular, calambres, etc.

Km 3.8, paso por donde están Elena y mis suegros. Mirada rápida y veo a mi suegro gritando "vamos!", al lado está Elena, la miro y asiento con la cabeza, como tratando de decirle "lo vamos a conseguir".

Termino la primera vuelta y enfilo la segunda, la larga. Esto marcha. La gente anima que da gusto. Llego a una mesita donde hay chavales alargando el brazo y ofreciendo botellitas de agua, cojo una pero en ese instante el chaval que llevo delante hace un movimiento inesperado, se mete de mala manera y coge una botella de agua a duras penas. Su brazo impacta con mi tripa y mitad de la botella termina en mi camiseta. Genial, hace frío, voy corriendo y llevo la camiseta mojada...de cine. No le digo nada, bebo un poco, decido adelantarle y olvidar de inmediato lo que ha pasado.

Km 6, empiezo a sentir algo de cansancio. Estoy manteniendo bien mi ritmo por debajo de 4:20 siempre, es cuestión de sufrir un poco y afrontar los últimos cuatro con un par de narices. La sorpresa llega cuando termino el km 6 en 4:26..."su puta madre!" pienso. Adios al ritmo medio, bueno, no pasa nada, intento concentrarme de nuevo y olvidarme del tiempo del km 6, en el 7 lo arreglo.

A toro pasado, aún sigo flipando de la seguridad con la que afronté la carrera. En todo momento supe que lograría una buena marca, pero no pensé que sería la que luego resultó ser...

Quedan 3. Aluvión de imágenes que me vienen a la cabeza. Mis padres, mi hermano, me estarán viendo?, se echa de menos a Alfonsito y a Rodro, esta noche la cena me va a saber a gloria...muchos pensamientos y todos agolpados. Empiezo a notar que el cuerpo ha metido la cuarta, el gemelo está cansado y los femorales van acusando el trote. Me doy cuenta de que estoy pensando demasiado, bajo la vista y veo el logo de nike de mi camiseta, esa camiseta que me había regalado Chema, "no pienses, corre" me digo, dicho y hecho, no gano nada pensando, me faltan dos kilómetros y medio y no estoy para pensar, es tiempo para apretar los dientes y decir "aquí empieza lo bueno, toca sufrir"

Estoy disfrutando, voy a tope, no puedo ir más rápido, noto las patas que parece que vayan a explotar y...me lo estoy pasando de cine. Siempre ha sido así, yo no se tomarme las cosas con calma, si participo en una carrera voy con todo, y si no me quedo en casa. Afán competitivo? Obviamente!

Termino el km 7 en 4:12, "con dos cojones chaval!!" pienso. Se me eriza la piel, quedan dos kilómetros y la puedo liar parda. Empiezo a echar cuentas, veo una y otra vez el gps y veo claro algo, si no aflojo ni un metro termino por debajo de 44! No puede ser, vuelvo a hacer el cálculo. Está bien. Decido ir con todo, puede ser que en el 9 tenga que bajar el ritmo o que incluso me pare desfondado, me da igual, lo tengo a tiro, voy a por ello.

Las fuerzas empiezan a escasear, se me enciende la luz de reserva. Los niños alargan la mano para que las choquemos y eso me da un puntito de energía, qué ambientazo!! Me cruzo con Marcos que literalmente se mete en la calle para gritarme y darme fuerza.

Km 9, queda uno, esto está hecho. Pero queda el peor. Veo la meta muy lejos, voy con mucho espacio por los cuatro costados, muy cómodo y con garantías de mantener esa velocidad hasta el final. Paso de nuevo por donde está mi familia, les miro y no me sale nada, voy apretando los dientes y no puedo hacer más que mirarles para obtener esa energía última que necesito.

800 metros. Veo la meta, pero para llegar a ella debo rodear una manzana aún!! Venga! Giro a la izquierda, queda otro giro y unos 150 metros. No puedo con mi alma! Voy justito justito, la reserva está al mínimo. No puedo apretar más los dientes, aprieto los puños y no me permito aminorar ni una décima.

Otro giro, veo la meta. Una recta larguísima me separa de ella. Miro el gps, estoy ya en el minuto 43, no puedo flaquear ahora! 100 metros, 50, 20, levanto los brazos y sonrío, los ojos se humeden y lanzo el brazo el aire...meta!, tiempo: 43:47!!!

Me quito los cascos, la gente está aplaudiendo y suena música, esto mola mucho. Me dan una coca cola, que no cojo. Están repartiendo bolsas con fruta, no quiero fruta. Quiero ver a los míos, pero no sé dónde están. Las piernas me pesan y no puedo más.

Finalmente les veo en un lateral, animando a los que van llegando y con Elena y Sonia. Cruzo la calle, Elena me ve y viene hacia mí. Le digo: "43" y me pongo a llorar mientras me abraza.

No puedo describir esa sensación, se había conseguido un tiempazo, los entrenamientos habían dado su fruto y aunque iba sufriendo desde el 7, ha merecido la pena. Miro a mi suegra y está también con la lagrimilla, me abrazo a mi suegro. Elena y Sonia me felicitan. Y no puedo parar de llorar. No soy consciente de lo que he hecho.

Veo a Arturo, la persona que me trazó el entrenamiento para esta gran cita, le digo el tiempo y me abrazo a él. Vienen Quique, Marcos, Alberto, Paco y David. Voy diciéndoles el tiempo y sigo con las lagrimillas asomando. Nos hacemos una foto en la que salgo con los ojos rojos.

Llega Cristina, voy a felicitarla y a darle dos besos porque sé que esta carrera también era muy especial para ella.

Noto calma, silencio, felicidad.

No me lo creo, estoy en una nube. Ponemos rumbo al hotel, me he ganado la ducha. En la puerta está el ganador, Juan Carlos Higuero, que se presta gustoso a hacerse una foto conmigo. Le felicito y le digo "tenías razón, Laredo es muy agradecida" haciéndole alusión a lo que me dijo él 24 horas antes.

Ya en la habitación me lío a mandar whatsapps y llamo a mi padre. Necesito la duchita y tumbarme un rato.

Sigo en un universo paralelo, Elena me lo dice. Le comento detalles de la carrera, ha sido increíble.

No sé qué hacer, si subir, bajar...no se! Estoy como si me hubiera tomado 5 cafés! Espera la cena de familia, es hora de celebrarlo.

Recibo la llamada de mi amigo David, me alegra mucho oirle y me alegra más que haya tenido el detallazo de llamarme. Ha conseguido marca personal y está contento. Su hermano, Javi, lo ha hecho también bastante bien. Quedamos para tomar una coca cola al día siguiente, genial, me apetece un montón.

Antes de salir hacia el restaurante hecho mano de una cosa que estaba en mi bolsa, mi gorra firmada por Chema. Pienso que he honrado la camiseta y que si se entera del tiempo que he hecho sabrá que no habría podido lucirla en mejor marco.

Ya sentado en la mesa miro a mi alrededor. Qué gente más estupenda! Gente buena de verdad, qué suerte haber dado con personas así.

Disfruto de cada minuto de la cena como he disfrutado de cada metro de la carrera. No podría haber imaginado un fin de semana así, imposible. Tengo ganas de coger la cama y descansar, de camino al hotel cojo un cartel de la carrera para llevármélo de recuerdo. Algunos se han ido a tomar una copilla pero yo no puedo con mi alma!!

Domingo 17 de marzo

Desayunamos juntos, como ayer. Me da pena que esto termine. A las 11:30 nos citamos en el hall para despedirnos, repartimos abrazos y besos y ponemos fin a tres días irrepetibles.

Recogemos las cosas, abandonamos la habitación y yo, en silencio, miro a la fachada del hotel y digo "hasta el año que viene".

Hacemos tiempo para almorzar con David, Javier y sus parejas, gente extraordinaria, da gusto compartir ratos con ellos. Nos conocemos de poco pero ya existe un fondo de amistad.

Compro anchoas para mis colegas del corte inglés (una promesa es una promesa) y nos damos un paseo por el mercadillo.

El finde termina con una visita al club de golf de Pedreña, no podía volverme sin un detalle de ahí para mi padre. visito también la casa de Seve Ballesteros y ponemos rumbo a Madrid.

Volvemos con un sabor de boca inmejorable, ha salido un buen tiempo, hemos disfrutado juntos y lo hemos pasado en grande.

El año que viene ahí estaremos otra vez!

A todos los que viajamos a Laredo, a mis amigos y familiares, al Dr Rodríguez, a mi fisio Cristina, a mi amigo Jose Manuel Limones y a los compañeros de el corte inglés de princesa (en especial a Gonzalo, fan acérrimo) que me mandaron ánimos y me recibieron el martes como si viniera de unas olimpiadas...gracias de corazón!

Vosotros lo habéis hecho posible


Running Time Team
Http://josenoblejas.blogspot.com
Http://pregunta-que-es-gratis.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una delicia leer tus escritos. Espero q no dejes de escribir porque cada paso q emprendes es una nueva aventura que hace sacar lo mejor de tu alma. Tus aventuras, sensaciones y vivencias formaran parte de tu legado. Nos haces vivir contigo como si estuvieramos en primera linea de meta. Animo, sigue asi!

pater dijo...

Leo tus vivencias y te estoy muy agradecido de compartir los momentos íntimos de la carrera. Ahora entiendo perfectamente lo que significa " La soledad del atleta " rodeado de cientos de deportistas, de miles de personas durante el recorrido, y en realidad estás tú solo, tu solo con tus pensamientos, tus sensaciones, tus recuerdos , tus ganas, tus metas, tu alegría y por supuesto tu dolor. EL dolor que se va incrementando paso a paso, zancada tras zancada, kilómetro tras kilómetro, y que como un milagro desaparece cuando se cruza la línea de meta.
Enhora buena por la marca y otra vez muchas gracias por tu crónica, yo con tu relato también corrí en Laredo.
" El dolor y el sacrificio son la sal de las grandes metas"